Mucho se ha
hablado y se ha pronosticado sobre el uso y cuidado del agua, el recurso
natural más importante del hombre, no solo por su consumo directo, sino de
igual manera por lo indispensable de su uso en la agricultura. Por lo tanto,
observar su contaminación y los proyectos con los cuales se busca mitigar, es
crucial para la conservación de su potabilidad. En la ciudad de Ibagué, la
mayor contaminación en afluentes, se dan en el río Combeima, cuenca de la que
se abastecen los ibaguereños del servicio de agua y de la cual se surten
sectores cercanos al municipio de Ibagué, además de las microcuencas Chapetón,
La Chicha, Alto de la Virgen, río Alvarado y El Sillón, la microcuenca que se
encuentra en estado más crítico de contaminación, causada principalmente por la
falta de cultura ciudadana de quienes habitan a sus orillas.
Foto tomada de Internet |
Según la Corporación Autónoma
Regional del Tolima - Cortolima, la zona centro y barrios por donde transitan
canales de aguas negras, son los sectores en los cuales se registran con mayor
intensidad estas problemáticas de contaminación y que merecen inmediata
intervención, la exposición de basuras a sus cercanías en horarios distintos a
los de recolección, el incremento de perros callejeros y habitantes de la calle
acompañado de la falta de conciencia ambiental son factores que incrementan la
problemática, por lo tanto, mitigar el nivel de contaminación en estas cuencas,
puede evitar que luego desemboque en los afluentes naturales, y traiga consigo,
problemas de salud, como lo son alergias, propagación de moscos transmisores de
sika, dengue o chikungunya y enfermedades respiratorias que en la actualidad se
presentan.
El Instituto Ibaguereño de
Acueducto y Alcantarillado IBAL, Ibagué Limpia, Interaseo y Cortolima son las
entidades gubernamentales a cargo del tratamiento, limpieza y mantenimiento de
las cuencas hídricas del municipio, sin embargo sus alcances son limitados y
sus esfuerzos pocos para evitar la contaminación de las mismas, iniciando
porque la cobertura del IBAL es del 89% en acueducto y 84% en alcantarillado,
estableciendo que si bien la distribución de los canales de abastecimiento del
líquido es contaminada, su cobertura no alcanza el 100% de la comunidad
ibaguereña, y ello, porque el sistema de alcantarillado también es deficiente,
obligando a que la mayoría de aguas lluvias contaminadas lleguen a parar a las
cuencas hídricas y nuevamente se convierta en un proceso cíclico de
abastecimiento.
La comunidad ibaguereña culpamos
a las entidades gubernamentales, criticando el incumplimiento de los horario de
recolección de basuras a Interaseo e Ibagué Limpia, a lo que las directivas de
tales entidades indican que a los horarios se le han realizado modificaciones
con el fin de suplir los casos más complejos, Jose Ricardo Trujillo, gerente de
Interaseo indicó en entrevista concedida para el diario local El Nuevo Dia que “en
Ibagué se producen alrededor de 400 toneladas de basura diarias, disparándose
esta cantidad en temporadas como junio y diciembre, el número asciende a 700
toneladas.” cifras que aumentan no solo en temporadas altas, tal como lo
indica Trujillo, sino de igual modo con el creciente aumento poblacional y el
boom inmobiliario por el que atraviesa la capital tolimense. La participación
de la industria ibaguereña también tiene su responsabilidad en la contaminación
de las cuencas de la ciudad, mataderos municipales, hospitales y clínicas y
materias orgánicas agropecuarias, se suman a la problemática.
El ingeniero Mario Vanegas, para
el año 2002, en colaboración con el Centro Internacional de Investigaciones
para el Desarrollo IDRC -por sus siglas en inglés-, desarrolló un estudio
enfocado al tratamiento y uso de aguas residuales en la ciudad de Ibagué, en
donde destaca que: “La contaminación hídrica es [sic] consecuencia de la
falta de conciencia ambiental de la población, de la poca disponibilidad de
recursos económicos de los entes encargados de solucionar esta situación y,
ocasionalmente, de la carencia de tecnologías apropiadas para mitigar este
problema.” Por lo que la responsabilidad de la alta contaminación, no solo
obedece a la comunidad ibaguereña, esta se comparte entre los entes de control
gubernamental, la industria y comercio ibaguereño y la falta de recursos con
las que cuenta el municipio para poder iniciar proyectos de mitigación, que en
la mayoría de las ocasiones, dependen completamente de las administraciones de turno
nacionales.
Si la contaminación en los
recursos hídricos de la capital del Tolima no escapan de la realidad de los
recursos hídricos a nivel nacional, Bogotá, la capital del país, no logra tener
un panorama menos desolador, el río bogotá es uno de los afluentes con más
contaminación en todo el país, sus miles de kilómetros que atraviesan la
ciudad, se encuentran en el mismo estado, ello se debe a la irresponsabilidad
de los capitalinos y seguido por la composición geográfica de su trayecto, sus
múltiples curvas y pocas pendientes evitan la corriente continua de sus aguas,
esto, según la Revista Semana y la Fundación Al Verde Vivo, imposibilita la
producción de oxígeno, factor que condiciona la descontaminación del río. “Sanitarios,
botellas, basuras de diferentes formas y tamaños así como el deterioro de la
fauna y la flora, un aumento de vertimientos de desechos industriales y
animales alimentados por las aguas oscuras del río Bogotá es la radiografía que
deja la cuarta navegación que realizó la Fundación al Verde Vivo con el apoyo
de La Corporación Autónoma Regional-CAR.”
La contaminación de los ríos,
cuencas, riachuelos y lagos del país, es un problema que nace con la falta de
conciencia ambiental por parte de todos los colombianos, para ser más precisos
y específicos, en nuestro caso, de los tolimenses e ibaguereños, la falta de
cultura ciudadana y la poca comprensión de que la naturaleza también forma
parte de nuestro entorno, como espacio vital y como fuente de energía para
nuestro desarrollo, son las principales causas que la ocasionan, podríamos
indicar la responsabilidad hacia una sola vía, las instituciones públicas y las
entidades encargadas de la labor de cuidado, recuperacion y conservacion de la
pureza de nuestros ríos y de la separación y tratamiento de las aguas
residuales y aguas negras, pero su responsabilidad quedaría sujeta al descuido
que como ciudadanos podemos cometer.
Alrededor del mundo, grandes
organizaciones no gubernamentales, se proponen voluntariamente la tarea de
realizar labores que prevean la contaminación o reducir la contaminación de
diferentes lugares del mundo, sean acuáticos o terrestres, sin embargo, su
labor sigue siendo minúscula para la acción que necesita el compromiso de
todos.
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