Es común hoy en día, escuchar tantos expertos brindando sus
opiniones acerca de los puntos que más causan debate sobre la reforma
tributaria, y es que el ejercicio no está de menos, el comentario de personas
profesionales en el área de las finanzas y económicas, siempre traerá un aporte
para la comprensión de un sin número de términos que son desconocidos para la
mayoría de los colombianos, aquel que hace parte, incluso de los más afectados
por las medidas.
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| Foto tomada de internet |
El aumento del Impuesto al Valor Agregado IVA, el aumento
del gravamen a los servicios como planes de datos y voz móviles, a productos
como los cigarrillos y bebidas azucaradas, la exención del impuesto de renta
para proyectos de vivienda tipo VIS (Vivienda de Interés Social), la creación
del monotributo, como mecanismo educativo en la obligación de pagos tributarios
para nuevos sectores empresariales que se darían a partir del 1 de enero del
próximo año, 2017, son solo algunos de los temas que más preocupan a los
sectores económicos, que defienden los intereses tanto de comerciantes, como de
productores y hasta de consumidores como es el caso de las centrales obreras
que también sentaron su posición.
Para Guillermo Botero, presidente de la Federación Nacional
de Comerciantes (Fenalco) el proyecto de reforma tributaria presentada por el
gobierno de Juan Manuel Santos, “parece una medida tomada para los
contrabandistas” puesto que no intenta combatir las malas prácticas
comercializadoras y productoras sino que por lo contrario desestimar la
generación de pequeñas y medianas empresas, afectando en primera medida no solo
al productor sino también al pequeño comerciante. indicando además, que la
reforma tributaria debería atacar de manera más precisa, el contrabando, los
ilegales y el lavado de dinero, aspectos con los que el comercio legal y
organizado lleva una batalla desde hace muchos años.
Otro sector económico que expresó su inconformidad, fue el
sector de la construcción. Por medio de la presidenta de la Cámara Colombiana
de Construcción, Camacol, Sandra Forero quien indicó que la reforma tributaria
no garantiza “la sostenibilidad fiscal a medio plazo, el grado de inversión y
un entorno favorable para las iniciativas de las
empresas locales”, características que según Forero, son indispensables para la
estabilidad macroeconómica del país, especialmente porque considera que no hay
un manejo adecuado de las finanzas públicas y en contraste, la reforma tributaria
no representará un panorama mejor para el país.
Para el sector construcción, uno de los temas más
preocupantes que sin duda afectarán los proyectos de inversión inmobiliaria en
el país es la “eliminación de la exención del impuesto de renta derivado de la
enajenación de vivienda de interés social (VIS)” que afectará inicialmente a
las personas de escasos recursos en su objetivo de comprar vivienda por medio
de los subsidios entregados por el gobierno, puesto que se “vería nula la
posibilidad de ofertar nuevos proyectos”, señaló Forero.
Son 230 mil los subsidios vigentes que estarían en riesgo
debido a las medidas presentadas en el proyecto de reforma tributaria, cifra
que representa el 77 por ciento de los recursos del Estado para fortalecer los
proyectos de vivienda, rubro de la economía que anualmente mueve inversiones
por un total de 4,8 billones de pesos, es decir un 0,6% del PIB y sector que
genera más de 330 mil empleos.
Por lo contrario, Santiago Montenegro y Santiago Castro,
presidente del Consejo Gremial Nacional y presidente de Asobancaria,
respectivamente, consideran que las medidas expresadas en la propuesta de
reforma presentada por Mauricio Cárdenas, fortalecerá la inversión en el país,
ofreciendo un mejor escenario económico para los mercados internacionales,
siendo “una reforma tributaria estructural y progresiva”. Adicional, José Félix
Lafaurie representante del sector ganadero, se mostró satisfecho con el proyecto,
puesto que beneficia su sector.
Si bien son distintas las opiniones que se encuentran en
los medios de comunicación, en los grupos económicos, en el sector empresarial
y en las personas del común que ven como una amenaza a sus ingresos y a la
oportunidad de brindar un mejor bienestar y calidad de vida para los suyos, lo
cierto es que los principales afectados serán en primera medida la clase baja y
media del componente social del país, teniendo en cuenta que los segundos
comprenden la condición económica de la mayoría de los colombianos.
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