La economía colombiana ha sido una de las más destacadas en
américa latina y una de las fuertes pese a las constantes crisis económicas que
se presentan en el globo y en las grandes potencias económicas, su crecimiento
(aunque significativo) se ha mantenido estable frente a economías más fuertes
en el continente como Brasil y Argentina. El tipo de cambio, el alza del dólar,
la cotización del precio del crudo en mercados internacionales por debajo de
las cifras proyectadas y la reducción de las exportaciones de materias primas
han provocado un estancamiento económico para la mayoría de países no solo en
el continente sudamericano sino de igual y en mayor medida para los países en
vía de desarrollo, que principalmente se enfocan en la exportación de petróleo
para el sostenimiento de sus compromisos fiscales, políticos, sociales y
económicos.
Foto tomada de internet |
Aunque en Colombia la situación no sea muy distinta, la
economía colombiana ha presentado y sigue presentando buenos resultados frente
a los mismos, así lo explica la ANDI en su balance para el 2015 y perspectivas
para el 2016, donde indica que “la ejecución de los proyectos de
infraestructura; los avances en el proceso de paz; el desarrollo de proyectos
de inversión productiva [sic]; el reconocimiento de inversionistas nacionales e
internacionales de Colombia como un país con alto potencial lo que le permitió
conservar el grado de inversión” ANDI, 2015, fueron los aspectos positivos
más relevantes para la estabilidad económica del país aun con la pérdida del
precio del crudo, y su importancia para las finanzas públicas, la inversión
pública y la sostenibilidad de proyectos sociales. Sin embargo, a fechas de
octubre de 2016, “los avances del proceso de paz”, que señala el
documento, contrario a lo que se esperaba generó incertidumbre en los mercados
internacionales después del resultado del 2 de octubre donde se negó por parte
de los colombianos la implementación de los acuerdos presentados hasta la
fecha.
Uno de los motivos que explica el sostenimiento de la
economía colombiana frente a las demás economías suramericanas, es precisamente
el reconocimiento de inversionistas extranjeros para la ejecución de proyectos
tanto de importación como de exportación en el país. Colombia, explica el
documento se encuentra en el grupo de Grado de Inversión, compartiendo lugar
con países como Chile, México, Perú y Panamá, en la calificación de riesgo de
la deuda soberana, razón por la cual ha mantenido una imagen favorable a nivel
internacional.
La participación en el mercado internacional, se ha
fortalecido en parte al incremento del consumo en los hogares colombianos, algo
que si bien, incentiva a la industria local, también los hay que desincentivan
a los mismos, tal es el caso, como lo señala la ANDI apoyado en cifras del Foro
Económico Mundial, que “es el pago de impuestos, que constituye uno de los
aspectos más problemáticos para hacer negocios en Colombia” ANDI, 2015, puesto
que los beneficios tributarios que obtienen los empresarios colombianos y
extranjeros que generan empleo en el país, son variadas, aún siguen
presentándose impuestos que para flexibilizar el crecimiento económico del pais
son un obstáculo, uno de ellos es el impuesto al patrimonio, incluso para
industrias en las cuales se generan pocas rentabilidades, tal es el caso del
sector petrolero que para el año 2015 presentó su desaceleración más crítica.
Lo cierto es que la economía colombiana se destaca en el
continente, sus buenos manejos macroeconómicos y financieros y las políticas
económicas que estimulan la confianza inversionista en el país, siguen
manteniendo al margen al país, frente a la desaceleración que presenta el
promedio en América Latina. El sector petrolero, si bien forma parte
considerable del PIB y del grueso que financia los principales proyectos de
infraestructura nacional, de vivienda y de asistencia social, Colombia ha
demostrado ser un administrador consciente de los demás potenciales económicos
de los que puede disponer en casos de crisis.
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